Sin darnos cuenta ya llevamos unos días de Diciembre, y supongo que seré la última en todo el mundo bloggeril en enseñar el Calendario de Adviento. No pensé en hacer uno hasta el último momento, y mira que se veía por ahí cada foto a cual más bonita que incitaba a hacer no sólo uno, y pese a que la idea me gusta, pero es que pensaba que sería complicado realizarlo en casa. Me gusta el hecho de ir ilusionando a alguien con la llegada del día de Navidad, con esa cuenta atrás que nos vaya acercando poco a poco a ese día tan especial...
Peeeeero ¿qué pasa cuando se hace para unos peques que casi no controlan lo que significa "hasta mañana" y por tanto imposible que pillen eso de "para llegar a Navidad"? Para unos peques que casi no conocen los números y menos contar hasta el 24, para unos peques que por supuesto no van a ayudar en ningún tipo de preparativo a la hora de hacerlo porque con un poco de suerte consigues que el mayor te haga un círculo en condiciones pero poco más, y lo más importante, ¿qué pasa cuando esos peques que son tan peques pillan la idea de que detrás de cada número hay una sorpresa? pues que a ver quien es la guapa que los controla para que no abran más ese día sin llantos... El hecho es que por todos esos motivos pensé en dejarlo para el año que viene que serán más mayores.
Peeeeero una que es un poco agonía pasó por la tienda Casa y no se pudo resistir a comprar unas pinzas súper monas para futuros calendarios de advientos (esas cosas hay que comprarlas si o si porque luego te estas acordando de las pinzas que no compraste para el resto de las navidades de tu vida). Así que nada, se me ocurrió al final hacer algo fácil, nada elaborado, el más simplón de los Calendarios de Adviento en la historia de los Calendarios de Adviento, para probar si en casa se podía hacer sin que "el invento" acabara en lloros y tuviera que hacerlo desaparecer. Como veis simple a más no poder, cartulinas de los mismos colores de las pinzas recortadas (mal) a modo de etiquetas (si, ya sé que podría al menos haberle dado alguna formita de arbolito, de estrella... pero no tenía ganas ni de eso), una cuerdecita y detrás en boli escrita la sorpresa del día... vamos que no ganaría el premio a mejor calendario ni por casualidad.
Peeeeero oye, sencillo y ha sido un triunfo en casa. Al estar por todo el árbol y tan desordenado se ilusionan dando vueltas buscando donde está el número que toca (lo cual hace que vayan reconociéndolos y sabiendo cual es el que viene después), sorprendentemente supongo que porque no ven nada que parezca un regalo pues no se ha formado ningún llanto por querer abrir más y lo más importante (que todo hay que decirlo) si la despistada de mami no recuerda comprar los huevos kinder que se "suponía" tocaba ese día pues no pasa nada porque como no saben leer se les da plastilina por ejemplo y ellos tan contentos ;)
De manera que todo un éxito que el próximo año repetiremos seguro (prometo currármelo más) porque aunque el concepto de cuenta atrás por supuesto no lo pillan, es increíble verles las caras y escuchar nada más levantarse eso de "mamiiiii que hoy toca el 4 en los regalitos del árbol, te acuerdas?"
Feliz (lo que queda del) puente!